El tonto juego de la vida

—¡Perdiste! —le dijo Amelia a José.
Así, tajante, puso punto final al juego de niños que consistía en no dejarse tocar por ningún otro.
—¡Perdiste! —le dijo José a Amelia.
Así, tajante, puso punto final al juego de adultos que consistía en no dejarse tocar por ningún otro.

El mago

Del sombrero, el mago sacó destellos de fortaleza y descubrió que su vida no era un acto único.