Construyen en Sonora la escultura en pie más alta de Latinoamérica

La pierna del danzante yaqui muestra los detalles de «ténabaris» en el tobillo.

En Sonora, el escultor Marlon Balderrama construye la escultura en pie más alta de Latinoamérica con la que busca representar la Danza del Venado, tradicional de la etnia yaqui.
Luego de ganar una licitación pública del Gobierno del Estado en octubre de 2011, este escultor de 39 años reunió a más de 40 personas para darle forma a la figura de un danzante yaqui de 26 metros de altura que se posará sobre sus dos pies encima de un pedestal de concreto de nueve metros.
Aunque el presupuesto inicial era de 20 millones de pesos, la perfección de los detalles y la preparación para ensamblar esa mole de 500 toneladas incrementó la inversión cuatro millones de pesos más, que el Gobierno pagará este mismo año.
«La escultura está hecha de bronce sintético, es un híbrido entre resinas y minerales, con acabados en bronce por medio de polvos de oro y óxidos de fierro. En el interior tiene una estructura de malla de acero», dijo Balderrama, perteneciente a una dinastía de escultores que inició su bisabuelo en 1907 y que a la fecha ha creado cientos de figuras y monumentos distribuidos en todo el estado.
Este encargo del gobierno de Guillermo Padrés para exaltar las tradiciones sonorenses fue supervisado en un principio por las autoridades indígenas yaquis, quienes pidieron que el danzante tuviera los ojos cubiertos, de la misma manera que ellos interpretan la Danza del Venado en sus ceremonias de Semana Santa y festividades.
«Lo comentamos con los yaquis y quedaron encantados con la figura a escala. Estuvieron al tanto de los detalles en los ténabaris (capullos de mariposas atados a los tobillos), en la sonaja de pezuña de venado, en las maracas y en la cabeza del venado», dijo el escultor originario de Hermosillo.
El danzante yaqui será ensamblado en un parador turístico que el Gobierno de Sonora construye en la comunidad indígena conocida como Loma de Guamúchil, a un costado de la carretera federal México-Nogales, en el sur del estado.
«No dejo de soñar con el día en que se instale ya. Tenemos todo el año esperando que nos digan y tenemos todo el año con las piezas, con sus anclas listas», afirmó.
En conjunto, el danzante yaqui y la base de concreto que lo sostendrá alcanzarán una altura de 35 metros, lo que convertirá a esta escultura en la más alta de su tipo en Latinoamérica.
Marlon Balderrama dijo que en otros países existen esculturas de grandes dimensiones, pero ninguna está parada sobre sus dos pies, como el Cristo Redentor en Río de Janeiro, Brasil, que mide 38 metros pero es una columna la que sostiene el torso de Jesús.
En condiciones similares fueron construidos el Cristo del Cubilete, en Guanajuato, que mide 20 metros, y el Cristo de las Noas, en Torreón, con 21.8 metros de altura.
«Hay algunas otras representaciones de más magnitud, pero son edificaciones. Hay un Cristo en Tuxtla que tiene alrededor de 40 metros pero es una cruz con una silueta y no está en el concepto de obra como la estamos manejando aquí. Como se presenta la obra del danzante yaqui sí tiene la mayor escala en Latinoamérica y va a estar parada sobre sus dos piernas con esa fragilidad y esa estética», dijo el escultor.
Para colocarla, actualmente el Gobierno de Sonora construye un parador turístico en territorio yaqui, donde los indígenas podrán ofrecer sus artesanías y gastronomía a los viajeros.

La cabeza del danzante yaqui pesa 800 kilos.